TRANSGÉNICOS EN CHILE.


Vinieron para quedarse en nuestro país. Hoy su cultivo no está regulado, en la mayoría de las hectáreas se producen bajo reserva.


Cerca de 25 mil son cultivables en nuestro país y , en la actualidad, destinadas al cultivo de vegetales transgénicos o genéticamente modificados. “En algún momento va a empezar a ocurrir y se van a producir transgénicos para el consumo local, por lo que creemos que es sumamente importante que se converse sobre este tema".


A fines de octubre de 2008 las organizaciones ambientalistas Chile Sustentable y Fundación Sociedades Sustentables (FSS) alzaron la voz para denunciar que en Chile los cultivos transgénicos estarían contaminando al resto de la producción agrícola.


Un análisis realizado por el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile -por encargo de las ONG- detectó organismos genéticamente modificados en cuatro muestras de maíces convencionales sembrados cerca de predios que multiplican semillas transgénicas para exportación, en la Región de O’higgins.


De 30 muestras convencionales analizadas por los investigadores, todas presentaron pequeñas cantidades de transgénicos, la mayoría menos de 0,01%, pero 4 presentaron entre 0,03% y 0,13%, lo que aunque es considerado un porcentaje ínfimo, podría ser preocupante de repetirse en el resto del país.


Fue considerada como de "extrema gravedad", por María Isabel Manzur, miembro de la Fundación Sociedades Sustentables, ya que "estos maíces contaminados son ilegales, pues no están aprobados para consumo humano ni están autorizados por el SAG para uso como semilla".


Junto a la ecologista Sara Larraín solicitaron al Ministerio de Agricultura que realice estudios independientes para evaluar la extensión de la contaminación de los cultivos y semillas en el país.


Mientras que en el Congreso, se han hecho intentos por instaurar regulaciones, el proceso ha sido lento y poco se ha visto de debate público. Se deben implementar ya, medidas de control de la contaminación existente, la ratificación del Protocolo de Bioseguridad y una ley que prohíba estos cultivos en el país, por ser "peligrosos para el ambiente y la salud humana".


Es distinto hablar de una planta que se trasformará en una vacuna oral versus un planta modificada para eliminar metales pesados del suelo contaminado del norte.




Aporte de Sandra Quintana.



Fotografía: vegetomania.com

1 comentario:

saqysay dijo...

Ojala este tema pueda ser motivo de información.

Aquí adjunto un links SIMPLEMENTE NO LOS ESTAMOS ALIMENTANDO SANO

Cariños,Maty!

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